Término aplicado a la desaparición o
disminución de las superficies cubiertas por bosques, hecho que tiende a
aumentar en todo el mundo. Las acciones indiscriminadas del hombre ante la
necesidad de producir madera, pasta de papel, y el uso como combustible, junto
con la creciente extensión de las superficies destinadas a cultivos y pastoreo
excesivo, son los responsables de este retroceso. Tiene como resultado la
degradación del suelo y del tipo de vegetación que se reduce a arbustos
medianos y herbáceos con tendencia a la desertización.