Pérdida de las cualidades de un ecosistema que incide en la evolución
natural del mismo, provocando cambios negativos en sus componentes y condiciones como
resultado de las actividades humanas. Se distinguen los siguientes tipos: a) Degradación
irreversible: Cuando la alteración y/o destrucción del ecosistema y sus componentes, tanto
naturales como artificiales, resulta de tal magnitud que parte o la totalidad del ambiente
afectado no puede restaurarse. b) Degradación corregible: Cuando la alteración y/o
destrucción parcial del ecosistema y sus componentes, tanto naturales como artificiales,
resulta de tal magnitud que parte o la totalidad del ambiente puede restaurarse y
recuperarse con procedimientos y/o tecnologías adecuadas. c) Degradación incipiente:
Cuando la alteración y/o destrucción parcial del ecosistema y sus componentes, tanto
naturales como artificiales, resulta de tal magnitud que parte o la totalidad del ambiente
puede recuperarse sin la intervención de procedimientos o tecnología especiales, siendo
suficiente a ese efecto el cese temporal o definitivo de la actividad deteriorante.